Ya publicamos en su día un test sobre el tema 21, hoy os proponemos un nuevo reto sobre el mismo tema. También tenemos otra entrada sobre este mismo tema.
Este tema, junto al tema 20 (El conocimiento histórico…), sienta las bases de la Historia como disciplina. En la misma línea están el tema 1 (La concepción del espacio geográfico…) y el tema 2 (Metodología del trabajo geográfico…), que sientan las bases de la Geografía, y el tema 55 (Teoría y función del arte…), que sienta las bases de la Historia del Arte.
El surgimiento de la disciplina actual
El siglo XIX ha sido bautizado como el siglo de la historia porque fue entonces cuando nació la disciplina tal como la conocemos hoy. Varios factores contribuyeron al primer impulso, como el liberalismo consecuencia de la Revolución francesa, el romanticismo y el primer nacionalismo. La burguesía pujante y los Estados nacionales buscaban formas de legitimarse. La historiografía de la primera mitad de siglo se basaba en la narración de los grandes acontecimientos. A partir de mediados de siglo se dio un nuevo impulso con el desarrollo de una metodología de trabajo basada en el método científico que se concretó en el tratamiento sistemático de las fuentes, casi exclusivamente escritas. El objeto de estudio era la historia política.
El auge de la disciplina
Después de la Segunda Guerra Mundial la historiografía vivió un desarrollo extraordinario gracias a la escuela de los Annales y posteriormente a la escuela marxista. Se amplió el campo de estudio, abandonando los estrechos márgenes de la historia política, se amplió también el tipo de fuentes consultadas y se recurrió a la colaboración con numerosas disciplinas auxiliares dentro del auge general de las ciencias sociales.
A partir de la década de 1980 las corrientes historiográficas del siglo XX entraron en crisis, pero para entonces la magnitud de su legado ya era innegable, el avance en el conocimiento histórico durante el tercer cuarto de siglo fue extraordinario.
Un test para opositores
Como es habitual, os proponemos nuestro test para opositores. Conocer el rostro de los protagonistas del temario nos ayuda a fijar las ideas y nos proporcionan una valiosa información acerca de cómo veían el mundo. Esos rostros nos hablan desde el pasado. Ya sabéis, quien pierde paga los cafés. 😉