Ya publicamos otro test sobre el tema 27, hoy os traemos uno nuevo.
Es difícil hablar de cualquier cosa que no sea la epidemia que nos amenaza, pero la vida sigue y el opositor comprometido siempre sabe encontrar la forma de adaptarse a las circunstancias. En este blog tenemos una amplia colección de test sobre todos los temas. Es una herramienta más para enfrentarse al confinamiento.
Este tema pertenece al bloque de Historia dentro del temario. Puede encuadrarse dentro de un grupo de temas dedicados a la Edad Media, como el tema 26 (Orígenes y desarrollo del feudalismo…), el tema 28 (Al-Ándalus: política, sociedad, cultura) o el tema 29 (La expansión de los reinos cristianos en la península ibérica).
La rápida expansión del islam
Se estima que en la actualidad hay unos 1200 millones de musulmanes en el mundo, siguiendo la fe que comenzó a predicar Mahoma a comienzos del siglo VII. La nueva religión, el islam, pasó de contar con unas pocas docenas de seguidores a extenderse rápidamente, primero por la península arábiga y después por el norte de África, la Península Ibérica, el Próximo Oriente y Oriente Medio, en un proceso que se desarrolló en apenas un siglo. Es necesario, por lo tanto, aproximarse a las razones y el contexto en el que surgió la nueva religión y entender cómo unas tribus de nómadas y comerciantes del desierto, organizadas por vínculos de parentesco sin ni siquiera una entidad política que las uniera, pudieron integrarse bajo la dirección de Mahoma para comenzar una expansión tan rápida. En la actualidad, trece siglos después, prácticamente todas esas regiones a las que llegó el islam entre los siglos VII y VIII son de población mayoritariamente musulmana.
Obviamente, el conocimiento de este tema resulta fundamental para cualquier opositor responsable que pretenda manejar unas mínimas claves necesarias para entender el mundo actual y poder explicárselo a sus alumnos.
Un test para opositores
Aquí os dejamos nuestro habitual test. Asociar imágenes e ideas siempre es una buena forma de fijar conceptos. Pero lo más importante para un opositor, ya lo sabéis, es la competitividad: quien pierde paga los cafés. 😉