Tema 41. Nacionalismo y liberalismo en la Europa del siglo XIX

Tema 41. Nacionalismo y liberalismo en la Europa del siglo XIX

Además del que proponemos aquí, en este blog tenemos otro test sobre este tema. Por aquí también os recomendamos una película bastante entretenida que os puede ayudar.

Esta semana os proponemos un test sobre el tema 41, que pertenece al bloque de Historia dentro del temario. Es un tema importante para conocer el siglo XIX europeo, un periodo convulso, y para entender los problemas con los que debutó el siglo XX.

Las ideas del liberalismo político y la nación como sujeto de la soberanía habían surgido como contestación al Antiguo Régimen, constituyendo la base teórica de las revoluciones americana y francesa a finales del siglo XVIII. La expansión de los ejércitos napoleónicos por toda Europa a principios del siglo XIX difundió ampliamente ambas ideas. La propia lucha contra la ocupación francesa también fue un factor decisivo para que los diferentes movimientos nacionales arraigaran con fuerza.

Los ejércitos napoleónicos extendieron por toda Europa las ideas de la Revolución francesa, basadas en el liberalismo político y la soberanía nacional que, junto a los profundos cambios sociales que la industrialización estaba produciendo, dejó a las grandes potencias el reto de intentar mantener el viejo orden del Antiguo Régimen, una vez que Napoleón fue derrotado en 1815.

Acabado el periodo de las invasiones napoleónicas, el Antiguo Régimen se tambaleaba ante el embate de las fuerzas liberales y nacionales. Su resistencia a desaparecer marcó el siglo XIX europeo. Liberalismo y nacionalismo fueron las ideas presentes en los diferentes estallidos revolucionarios que se sucedieron durante todo el siglo, que paulatinamente fueron minando la sociedad estamental, alumbrando constituciones y nuevos estados.

Se trata de un periodo sin duda apasionante en el que fraguaron las ideas del liberalismo político que hoy está en la base de los sistemas democráticos y en el que surgió el concepto actual de nación.

No nos cansamos de insistir en que un test es una buena mezcla de pasatiempos y estudio, un momento lúdico que nos sirve para reforzar los temas memorizados asociando imágenes e ideas, una herramienta muy potente para fijar conocimientos. Si conocemos las caras de los protagonistas y contemplamos las escenas con las que los pintores han recreado el pasado, nos resultará más fácil recordar lo estudiado. Ya sabéis, quien pierde paga los cafés. 😉

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