El día que cambió el mundo
Te recordamos que por aquí tenemos un montón de test para repasar todos los temas y unas cuantas películas que te pueden ayudar para estudiar o explicar el temario.
Seguimos con nuestra serie El personaje del tema, proponiendo un sencillo juego. ¿Eres capaz de identificar a nuestro personaje a partir de la imagen y de las pistas que te ofrecemos? ¿Crees que el personaje de este tema debería ser otro? Cuéntanoslo en Facebook.
Uno de los principales focos de tensión en el mundo actual es el permanente desencuentro entre occidente y el mundo islámico. Los puntos de fricción son innumerables, comenzando por la cuestión palestina, el eterno problema sin solución. Seguro que a todos nos vienen a la mente, de forma casi instantánea, acontecimientos y lugares relacionados con este foco de tensión. Pero no siempre fue así, y nuestro protagonista, ese señor con larga barba blanca que saluda desde la ventana, jugó un papel clave en el cambio de rumbo.
Nació en Irán en 1902 y desde muy joven se dedicó al estudio del islam y la filosofía, llegando a convertirse en gran ayatolá, el título más alto en la jerarquía religiosa chií. Como líder religioso encabezó la oposición al régimen dictarorial del sha de Persia, que llevaba a cabo un profundo proceso de occidentalización de la sociedad iraní, algo que también estaba ocurriendo en el resto de países islámicos. Nuestro protagonista se vio empujado al exilio, primero a Irak y después a París. Allí se convirtió en la cabeza visible de la protesta contra el, curiosamente con el visto bueno de Occidente.
En enero de 1979 el descontento popular empujó al sha a abandonar Irán camino del exilio y el 1 de febrero nuestro personaje regresó a Teherán para hacerse con el control del país, siendo objeto de un recibimiento multitudinario. Su labor de gobierno se encaminó a proclamar la república islámica basada en la sharía o ley islámica, un modelo que se extendió por todo el ámbito musulmán. La población veía cómo el proceso de occidentalización emprendido después de la descolonización no había mejorado sustancialmente sus condiciones de vida, por lo que triunfó el mensaje de que occidente no era la solución y tenían que volver a sus raíces.
Si tenéis curiosidad, buscad por internet imágenes de los países islámicos en los años 60 y 70, fijaos en cómo iban vestidos hombres y mujeres y comparad con la actualidad. En la imagen que ilustra esta entrada se puede apreciar cómo iba vestida la población de Teherán que recibió a nuestro protagonista en 1979 (al margen de los clérigos), ¿no os sorprende?
Por supuesto, estamos hablando del ayatolá Jomeini.
