La singularidad de Yugoslavia
Te recordamos que por aquí tenemos un montón de test para repasar todos los temas y unas cuantas películas que te pueden ayudar para estudiar o explicar el temario.
Seguimos con nuestra serie El personaje del tema, proponiendo un sencillo juego. ¿Eres capaz de identificar a nuestro personaje a partir de la imagen y de las pistas que te ofrecemos? Intenta descubrir el nombre antes de llegar al final de la entrada, allí encontrarás la solución. ¿Crees que el personaje de este tema debería ser otro? Cuéntanoslo en Facebook.
Podríamos decir que nuestro personaje de hoy nos sirve para explicar dos períodos históricos: la Guerra Fría y las consecuencias de la caída del comunismo. Vayamos por partes. Nuestro hombre nació en Kumrovec (en la actual Croacia) en 1892 en una familia de agricultores. Siendo todavía adolescente comenzó a trabajar en diferentes industrias relacionadas con la metalurgia, incluyendo fábricas de coches como Benz en Alemania o Daimler en Austria. Fue durante esa primera juventud cuando entró en contacto con el sindicalismo y el movimiento obrero. Reclutado para la Primera Guerra Mundial por el ejército del Imperio austrohúngaro, cuando estalló la revolución de octubre se encontraba en un campo de prisioneros en Rusia. A su vuelta a Yugoslavia ingresó en el Partido Comunista, llegando a ser secretario general en 1940.
Durante la ocupación alemana se convirtió en el líder de la resistencia yugoslava al frente de los partisanos. De hecho, a diferencia de lo que ocurrió en el resto de los países del este europeo, no fueron las tropas soviéticas las que liberaron el país, sino los propios yugoslavos. Acabada la guerra, nuestro hombre gozaba de un enorme prestigio como líder de las fuerzas que habían luchado contra los alemanes, lo que le permitió dirigir el país hasta su fallecimiento en 1980.
Eso también le sirvió para mantener a Yugoslavia fuera de la tutela directa de Moscú, aunque se tratara de un país comunista. Desde esa posición impulsó el Movimiento de Países no Alineados junto a Nehru (India), Nasser (Egipto) y Sukarno (Indonesia). Basándose en el prestigio conseguido durante la guerra, supo dirigir Yugoslavia realizando difíciles equilibrios entre los diferentes grupos étnicos. Si bien nuestro hombre dirigía una dictadura comunista, realizó ciertas reformas liberalizadoras, tanto en el ámbito económico como en el político.
Su fallecimiento en 1980 marca el inició de la desintegración de Yugoslavia. La ausencia de una figura de su prestigio hacía imposibles los antiguos equilibrios. La caída del muro de Berlín en 1989 acabó de precipitar los acontecimientos, desembocando en la guerra de los Balcanes a partir de 1991.
Más abajo encontrarás la solución.
Es evidente, hablamos de Josip Broz, conocido como Tito.
