Tema 38. Revolución industrial e industrialización

Tema 38. Revolución industrial e industrialización

El inventor y el vapor

Te recordamos que por aquí tenemos un montón de test para repasar todos los temas y unas cuantas películas que te pueden ayudar para estudiar o explicar el temario.

Seguimos con nuestra serie El personaje del tema, proponiendo un sencillo juego. ¿Eres capaz de identificar a nuestro personaje a partir de la imagen y de las pistas que te ofrecemos? ¿Crees que el personaje de este tema debería ser otro? Cuéntanoslo en Facebook.

En la segunda mitad del siglo XVIII comenzó en Inglaterra la Revolución industrial, un cambio profundo en el modo de producción. Se fueron abandonando las formas tradicionales basadas en el trabajo manual y la tracción animal para introducir progresivamente el uso de las máquinas en la fabricación y el transporte. En esa transformación la máquina de vapor tuvo un papel fundamental, convirtiéndose en el motor de todo el proceso. 

Nuestro protagonista fue un inventor escocés (1736-1819). Desde niño se familiarizó con las máquinas y los instrumentos de precisión ayudando a su padre que trabajaba en la construcción de barcos. Posteriormente, esa habilidad le permitió trabajar en la Universidad de Glasgow gracias a que necesitaban un experto para reparar algunos aparatos. El contacto diario con algunos de los profesores de la universidad y su trabajo como mecánico con todo tipo de máquinas e instrumentos de medida le convirtieron en un inventor curioso, volcándose en el estudio de la máquina de vapor a partir de 1759. 

En aquel momento ya existía la máquina de vapor de Newcomen, que se usaba para bombear agua desde las minas, pero apenas se había mejorado el modelo inicial diseñado 50 años antes. Nuestro protagonista consiguió dos mejoras fundamentales. En primer lugar, se dio cuenta de que el modelo de Newcomen perdía mucha energía en calentar el cilindro, al producirse la condensación dentro del mismo. Un problema que solucionó de forma sencilla y brillante colocando una cámara de condensación fuera del cilindro. La segunda aportación no fue menos importante, la máquina de Newcome solo producía movimiento rectilíneo, lo que limitaba mucho sus posibilidades de uso. Añadiendo un mecanismo nuevo, nuestro protagonista consiguió obtener el movimiento rotatorio, lo que abría múltiples posibilidades dentro de la industria y el transporte. Por último, para poder comparar diferentes máquinas, nuestro protagonista introdujo el caballo de vapor (CV) como unidad de medida de la potencia, estableciendo una comparación con la potencia que podía desarrollar un caballo. En su honor, la unidad de medida de la potencia en el Sistema Internacional lleva su nombre.

Por supuesto, nuestro protagonista de hoy es James Watt. Cada vez que decimos frases como “me he comprado un coche de 100 CV” o “el secador de pelo tiene una potencia de 1500 W”, le estamos nombrando. ¡Impresionante!

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