Tierras a cambio del servicio de armas
Te recordamos que por aquí tenemos un montón de test para repasar todos los temas y unas cuantas películas que te pueden ayudar para estudiar o explicar el temario.
Seguimos con nuestra serie El personaje del tema, proponiendo un sencillo juego. ¿Eres capaz de identificar a nuestro personaje a partir de la imagen y de las pistas que te ofrecemos? Intenta descubrir el nombre antes de llegar al final de la entrada, allí encontrarás la solución. ¿Crees que el personaje de este tema debería ser otro? Cuéntanoslo en Facebook.
Nuestro personaje de hoy nació a finales del silgo VII en el seno de una familia de la aristocracia franca, siendo hijo de Pipino el Joven, padre de Pipino el Breve y abuelo de Carlomagno. Ostentó el cargo de mayordomo de palacio del reino de Austrasia (715), la zona norte del reino de los francos, un cargo que en realidad suponía ostentar el poder efectivo del reino. Su padre también había ejercido el mismo cargo, que a partir de entonces se convirtió en hereditario, dando inicio, de esta forma, a la dinastía carolingia. Desde esa posición de poder emprendió diferentes campañas militares para conseguir la reunificación del reino franco.
En el 732 derrotó en Poitiers a las tropas musulmanas que, procedentes de la península ibérica, pretendían seguir su avance hacia el norte. De esta forma, la batalla de Poitiers se convirtió en un acontecimiento crucial al establecer el límite de la expansión musulmana en Europa.
Para sufragar el coste de formar y mantener su ejército, nuestro protagonista tuvo que entregar tierras (el beneficio) a los nobles a cambio de su servicio como soldados a través de un contrato de vasallaje, formándose una clase militar terrateniente que mantenía una relación de dependencia con el poder real. No existía un ejército regular permanente, simplemente se organizaba cuando era necesario. El beneficio, en última instancia, pertenecía al rey porque no tenía carácter hereditario, y se mantendría sí durante más de un siglo, hasta que a finales del IX, Carlos el Calvo tuvo que reconocer el carácter patrimonial y hereditario de los beneficios entregados a los vasallos. Habitualmente este hecho se considera como el fin del poder real y el nacimiento del feudalismo. Un proceso que podemos decir que empezó con nuestro protagonista.
Claro, seguro que ya sabes que hablamos de Carlos Martel.
