Me ha escrito una opositora un mensaje esta semana contándome sus problemas de adaptación. La llamaron de otra comunidad autónoma en una bolsa extraordinaria y al irse allí se ha enfrentado a situaciones sobre las que nadie la había advertido. Esto me ha animado a escribir esta entrada.
Como decíamos la semana anterior, la pandemia está provocando una serie de cambios en el sistema educativo que están repercutiendo en los alumnos, los padres y los profesores. No vamos a entrar aquí en las nuevas medidas ministeriales que van a permitir aprobar el curso sin aprobar sus asignaturas, pues trataremos de ello si incide en las oposiciones. Y en este sentido, no creo que vaya a haber un aprobado general…
Lo que sí incide (y mucho) es el aumento en las contrataciones, pues como decíamos la semana pasada estamos ante el mayor esfuerzo de contratación de interinos que ha realizado el sistema educativo español en toda la historia. En muchas comunidades, se han agotado las listas de interinos, se han abierto bolsas extraordinarias e incluso el Ministerio ha anunciado que permitirá que las personas puedan dar clase sin tener el Master o el antiguo CAP. ¿Y las personas que han pagado miles de euros y han estado un año haciéndolo?
Lo primero que quiero decir es que no es obligatorio aceptar. Como desarrollaré más abajo, puede que nuestras circunstancias personales o vitales no nos permitan hacerlo. Y el mundo no se acaba… Lo que nos dará la plaza no va a ser la interinidad sino el estudio. Esto debe quedar muy claro. Lo fundamental para sacar la plaza es estudiar las oposiciones. Y si no vamos a poder estudiar… mi consejo es que no aceptemos la interinidad.
En años anteriores hemos tratado en este blog la mejor manera de compatibilizar oposiciones e interinidad y aquí y aquí os dejo las últimas entradas publicadas sobre este tema. Así pues, hoy no vamos a abundar sobre estos aspectos, si no que nos vamos a centrar en aclarar algunos aspectos para aquellas personas que inician su andadura como interinos ahora. Espero que alguna de estas cuestiones pueda ayudar a alguna de ellas.
Si voy a un acto público, ¿en qué me debo fijar?
Antes de la LOGSE, todos los institutos de toda España eran casi iguales independientemente de su comunidad autónoma y de la clase social de su alumnado. Los requisitos que tenían que pasar los alumnos para aprobar eran muy similares en cualquier centro y hasta las lecturas obligatorias eran iguales en toda España. Sólo dábamos cinco asignaturas: Lengua de 1º BUP y de COU y Literatura de 2º de BUP (Y de 3º y COU para al opción de Letras). El nivel de las asignaturas era similar y daba igual dar clase en un barrio de clase obrera que en un barrio de clases acomodadas. Hoy no es así. Las autonomías y la ESO condujeron a un nuevo marco donde en el mismo centro conviven todos los alumnos del barrio independientemente de sus capacidades y además en cada comunidad hay autonomía, por lo que hay ahora mismo muchísimas asignaturas muy diferentes y cada centro es diferente. Hoy tenemos la posibilidad de dar Lengua y literatura de la ESO y Bachillerato (son seis asignaturas), más las optativas, más las de FP básica o de PMAR. Los centros varían en función de la clase social de sus alumnos y también de su equipo directivo. Antes la pericia del equipo directivo apenas tenía importancia porque no había problemas de disciplina: hoy es fundamental precisamente por cómo trata esos problemas, que se dan, sobre todo, en las zonas más deprimidas. Los problemas sociales hoy se resuelven en los institutos y los resuelven los profesores y por ello, los funcionarios que más antigüedad tienen dejan esos centros en cuanto sus puntos en el concurso de traslados se lo permiten. Los centros de difícil desempeño (yo estuve en uno doce años) quedan para quienes llevan poco tiempo como funcionarios o son interinos.
Así pues, lo primero que debemos mirar es en qué tipo de barrio o localidad está el centro. Lo segundo, si es posible, es ver qué asignaturas y qué horario nos correspondería. Hay muchos profesores que no quieren dar FP básica o los cursos más problemáticos (que en algunos centros son 1º de ESO y en otros 3º de ESO. Tampoco suelen querer dar 2º de Bachillerato por la tensión que supone. Los alumnos de PMAR suelen ser más dóciles y son muy pocos, por lo que muchas personas los escogen pues teóricamente se trabaja menos.
A veces es posible conocer más datos del instituto con antelación. Cuando yo iba a los actos públicos (hablo del año 1998, por ejemplo) había gente que se lo sabía todo. Su red de contactos y conocidos le informaba de cómo era el equipo directivo y de más detalles que pueden ser de enorme interés para saber dónde vamos. Yo mismo, por ejemplo, estuve un año en el IES que había en la cárcel de Alcalá Meco y lo elegí en un acto público porque un amigo mío había estado allí el año anterior y me dijo que fuera sin miedo. Lo hice y acerté. Ese año saqué la plaza.
¿Y al llegar al instituto qué hago?
Saber cómo funciona un instituto desde el punto de vista disciplinario es sencillo. Basta con ver la limpieza de patios, aulas y servicios y atender al nivel de ruido que hay por los pasillos. Un equipo directivo sólido controla un centro teóricamente malo; un equipo directivo débil es incapaz de hacer trabajar ordenadamente un centro teóricamente bueno. Lo primero que nos pasará es que nos presentaremos ante algún miembro del equipo directivo, que nos presentará a su vez a la persona que lleve la jefatura del departamento.
Es importante llevarse bien con todo el mundo, pero es más importante llevarse bien con el equipo directivo, porque ellos nos pueden ayudar a resolver nuestros problemas (por ejemplo, de disciplina) y también porque nos los pueden complicar.
Es también muy importante la relación con los compañeros del departamento. En este sentido, la suerte que tengamos es fundamental. La idea es comunicarles desde el primer día que queremos rendir dando clases y que a la vez, con gran esfuerzo y por las tardes, estudiamos para sacar la plaza. Con mano izquierda, simpatía y asertividad, debemos aceptar las ofertas que nos hagan para ayudarnos en forma de materiales para nuestras clases, consejos e ideas. A la vez, en ese difícil equilibrio que tienen las relaciones humanas, debemos aprovechar los huecos que tengamos en el instituto para no llevarnos trabajo a casa, por lo que hay que limitar las relaciones sociales y no perder el tiempo en la cafetería o en la sala de profesores (donde siempre hay elementos de distracción). El despacho del departamento será seguramente nuestro mejor sitio.
Y luego llega el trato con el alumnado. El inicio de la relación es muy importante. No hay que tener miedo ni tolerar faltas de respeto. El mayor problema que encontraremos es la disciplina, mal llamada hoy convivencia. Esto es muy importante porque la relación con los alumnos nos puede verdaderamente amargar la vida. Hoy en las clases, sobre todo en FP básica, nos podemos encontrar elementos verdaderamente antisociales y tener graves problemas de disciplina. Hay que tratar a los alumnos siempre desde el respeto, pero también desde la firmeza. Nosotros somos parte del aparato del Estado y nuestro deber es garantizar que allí se cumple la Constitución española en su artículo 27. “Todos tienen el derecho a la educación.” Quien vulnera ese derecho, el de los humildes a prosperar no puede estar en la clase. Y eso ha de ser irrenunciable, lo diga el director o quien sea… Para quien quiera abundar más en este espinoso y fundamental tema, puede ver mi charla inicial en este video colgado en mi canal de materiales didácticos www.lahispaniola.es o comprar mi libro de disciplina que está en versión Kindle. Como sobrevivir a la ESO y ser feliz.
¿Y si salimos fuera de nuestra comunidad?
Esta opción también se la está planteando mucha gente. Y muchos están yéndose a esa maravillosa aventura. Mi consejo es que tomen las decisiones sabiendo lo que hacen. Al irnos a otra comunidad, conseguiremos antigüedad y un número de orden en las listas de esa comunidad que solo mantendremos si nos presentamos por ella. Y esto puede llevarnos, en la práctica, a unir nuestro destino a esa comunidad, porque al llegar las oposiciones nos dé el miedo natural a perder el trabajo.
Así pues, debemos asumir que irnos a esa comunidad no es una decisión baladí, sino que puede tener consecuencias vitales muy importantes y que resulten decisivas en nuestras vidas. Lo digo yo, que siendo madrileño, llegué a Andalucía en 1998 y aquí nacieron mis hijas y sigo aquí.
También nos podemos negar y volcarnos en el estudio de las oposiciones.
Todo es siempre una oportunidad
Como hemos dicho antes, las oposiciones no se aprueban en el instituto sino estudiando en casa. Y si no vamos a poder estudiar… mi consejo es que no aceptemos la interinidad. La vida como una rueda de oportunidades constantes. Esta es la verdad. Constantemente tenemos la oportunidad de optar y no estamos obligados a nada. Es la grandeza de la libertad. Y luego hay que asumir las consecuencias de lo que hacemos. Ese es el precio de la libertad.
Lo que es ambrosía para un hombre, es veneno para otro. Así es. Así que toca pensar y decidirse en función de nuestra propia situación y de nuestra manera de ser.
Decidas lo que decidas, hazlo conscientemente . Estoy seguro de que elegirás lo mejor para ti.
Saludos y ánimo.