Existe la creencia de que la prueba de desarrollo de un tema en el marco del examen teórico de las oposiciones de Geografía e Historia es un ejercicio en el que se premia la originalidad y el saber hacer de forma autónoma. Aunque esta afirmación tiene parte de verdad lo cierto es que los criterios para la corrección de las pruebas tienden a estandarizar las mismas tanto en forma como en fondo. Dentro de esta corriente en los tribunales existen, como no podía ser de otra forma, excepciones. Sin embargo, la nota dominante es que los exámenes deben obedecer a ciertos patrones que deben cumplirse si se quiere optar a nota. Vamos a repasar algunos de los elementos clave que deben acompañar a una buena prueba teórica.
- Estructura.
La prueba debe estar organizada en torno a un índice cuyos apartados deberán desarrollarse de forma completa y sin excepción. Además, conviene incluir subapartados e intercalar letras y número en la disposición de los elementos.
- Títulos y subtítulos.
Organiza el contenido en títulos y subtítulos que sean precisos y concisos. Evita designaciones genéricas o que puedan inducir a confusión. Por ello te recomiendo que lo primero que te estudies cuando afrontas un tema sea su índice desarrollado.
- Prosa adecuada.
No conviene ser excesivamente barroco en las explicaciones. Es mejor usar un vocabulario académico y unas estructuras sencillas. Debe primar la eficiencia y la claridad al excesivo alarde estético. Es un examen largo y agradecerás con el paso de las horas ahorrar en la extensión de tus párrafos.
- Las citas.
Usa siempre la misma estructura en las citas académicas y de forma adecuada. Recuerda la regla básica de apellido y nombre en mayúscula, título de la obra en cursiva y, por último, lugar, año y editorial.
- Los verbos.
Evita redundar en los mismos verbos a la hora de formular ideas similares, opta por variar las estructuras gramaticales para abrir paso a expresiones que te permitan esquivar la redundancia. De este modo los párrafos más descriptivos o reiterativos quedarán más livianos.
- Gráficos y ilustraciones.
Oficialmente no están prohibidas en el desarrollo del tema. Sin embargo, conviene ser muy cuidadoso con el uso de este tipo de recursos. Procura que nunca sustituya contenido escrito en la prueba, sino que aparezca como un complemento al apartado desarrollado.
- El lenguaje inclusivo.
Sin necesidad de caer en reiteraciones contrarias a la economía del lenguaje existen multitud de herramientas que te podrán permitir hacer un uso del lenguaje más sensible a la realidad social. De forma que a veces se puede optar por las denominaciones genéricas en aras de un mayor equilibrio, por ejemplo humanidad en lugar de hombre, la especie tal o cual en lugar de los homínidos, etc.
- Cultismos y conjunciones latinas.
Son un recurso adecuado siempre que domines su uso. Procura no excederte para no caer en el uso desproporcionado.
- Vocabulario técnico.
Procura incluir en el desarrollo de los temas un uso profuso y adecuado del vocabulario específico del tema. Normalmente es un valor a tener en cuenta en la corrección del ejercicio.
Algunas cuestiones a evitar. Procura huir de arcaísmos, muletillas y frases hechas. Procura sustituir este tipo de técnicas por una explicación más amplia, aunque eso te cueste escribir unas líneas más. Así mantendrás la calidad del escrito y un cierto tono académico. De igual modo se cuidadoso con el uso de las locuciones prepositivas (tales como a tenor de, al objeto de, como quiera que, etc.), que suelen ahondan en ese barroquismo del que hablamos.
En definitiva, aunque no existen formulas mágicas ni trucos definitivos, si que podemos articular una serie de consejos básicos sobre los que montar el desarrollo de un tema de examen. El mejor examen es el que está bien preparado, de forma que cualquier consejo que os demos debe ir siempre acompañado de un esfuerzo notable en la preparación de vuestros temas. Desde Opohispania os acompañaremos en todo el proceso asesorando en todo lo relacionado con esta prueba tan importante.
