Hoy traemos el testimonio de Amparo Blanco Apellániz, una gran opositora que, tras un duro periplo en el mundo de las oposiciones alcanzó su sueño: una plaza como funcionaria en la enseñanza pública. Amparo, además de su gran sensibilidad literaria, mostró una enorme capacidad de sacrificio. Mientras trabajaba, hizo nuestro Curso Total en 2018 y realizó la mayoría de sus comentarios prácticos, exámenes de tema y también la programación. Su talento y esfuerzo sostenido en el tiempo, su persistencia, es lo que le dio la plaza finalmente en 2021. Aquí están sus palabras.
“Soy Amparo Blanco Apellániz. Llevo más de veinte años en la enseñanza. Tuve malas experiencias en la enseñanza concertada y privada y decidí prepararme las oposiciones. Me he presentado cinco veces. He ido a varias academias y tengo el temario de un par de ellas. Lo único que saqué de ellas fue confusión y agotamiento. Conocí Opolengua por recomedación de una opositora. Prepararme con Eduardo es lo mejor que he hecho. Me fue especialmente útil el temario, concreto y de gran calidad. El método de estudio que aprendí en Opolengua me ha servido para memorizar y no perder lo estudiado de una convocatoria a otra. Este punto ha sido fundamental, pues me ha dado confianza y ha reducido muchísimo el esfuerzo de un año a otro. Elegí el tema 51 (La lírica del Barroco) en la convocatoria de Madrid 2021 y he sacado un 9,68. También mejoré la calidad del examen práctico. He sacado 7, 75 en este apartado. He ganado la plaza con notas muy buenas. Estoy feliz y muy agradecida por la ayuda de Opolengua.”
Amparo señala dos elementos fundamentales: la importancia de que el esfuerzo de un año nos sirva para el siguiente y la importancia de unas correcciones eficaces. De hecho, el tema que eligió había sido corregido por mí en un examen durante el curso.
Solo nos resta darle la enhorabuena a Amparo. La enseñanza pública gana con ella una gran profesora que ha demostrado, gracias a que ha aprobado brillantemente unas oposiciones, que merece su plaza como funcionaria. Los usuarios del sistema, el alumnado más humilde, fin último de la enseñanza pública, necesita que el sistema educativo le dé la oportunidad de crecer y ascender socialmente. Y, con seguridad,, agradecerá su labor, porque ella misma, que alcanzó su plaza con su talento y esfuerzo, protegerá y alentará a aquellos alumnos que demuestren esas mismas cualidades. Amparo podrá mostrarse como ejemplo de que el esfuerzo y el talento dan frutos. No todas las personas que hoy dan clase en el sistema pueden ponerse como ejemplo. Ella sí.