Alejandro Sáez. Preparador de Inglés Secundaria.

Siempre he creído en el poder de la palabra y con el tiempo he ratificado que la información, si proviene de fuentes fidedignas, es más valiosa que la mayoría de las cosas materiales. Me llamo Alejandro Sáez y, como la mayoría de mis compañeros, he pasado por un proceso de selección para ejercer como docente en la educación pública que, aunque fue duro y penoso, mereció la pena.

Desde niño me atrajo el mundo anglosajón, no sólo por su lengua, que con el tiempo se convertiría en la lingua franca del mundo globalizado en el que hemos acabado viviendo, sino por su cultura, su música y su forma de afrontar la realidad. Ya sé que la flema británica no es ni ha sido popular en el sur de Europa, pero tiene que haber gente para todo…

Esa atracción por lo británico es lo que me decidió a trabajar en educación; tendría la posibilidad de hacer de esa manía por lo anglosajón mi profesión continua. Tras dos estancias en el sur y el norte de Inglaterra (la primera como trabajador de hostelería y la segunda como estudiante-señorito Erasmus), probé a enseñar lo que había aprendido en un colegio concertado, me gustó y me dije a mi mismo que eso mismo lo tenía que acabar haciendo en un instituto público, con libertad de cátedra y sin presiones por parte del sindicato vertical…

Como he comentado, el proceso fue duro, pero al mismo tiempo puedo afirmar que disfruté con la preparación porque no me suponía un problema insuperable seguir aprendiendo cosas de Byron o de Dickens y si de paso tenía la oportunidad de aprender algo de metodología que no hubiera experimentado en mis pinitos como profesor, pues mucho mejor. Las circunstancias entonces eran bastante desesperanzadoras, de hecho las ofertas para secundaria eran escasas o inexistentes y no fue hasta 2006, año en el que hubo una buena oferta en mi comunidad, la Valenciana, que pude aprobar con plaza. Habían pasado seis años desde que acabé mis estudios de Filología en la Universidad de Valencia, pero yo no había parado de hacer cosas relacionadas con mi profesión…

Cuando llegué a mi primera meta tuve la tentación de hacer una pira con todos mis apuntes y disfrutar de la vida hasta la jubilación, pero ese carácter enrevesado que siempre me ha hecho complicarme la vida me ha llevado a utilizar mi experiencia en la formación de otros muchos que han venido después. Por eso he colaborado con el Centro de Lenguas de la Universidad Politécnica de Valencia entre los años 2014 y 2016 y con la academia de preparación de opositores IVEP de Valencia entre los cursos 2016 y 2018, además de desempeñar mi función docente en diferentes destinos –actualmente en la Pobla de Farnals, IES Guillem d’Alcalà–.  Nunca he dejado de aconsejar y tutorizar a opositores de manera individual y es ahora cuando Opohispania me ha dado la oportunidad de ajustar mi experiencia a su método. Me apasionan los retos. Estoy seguro de que vamos a hacer un buen trabajo.